Las protestas pacíficas y la resistencia no violenta a la ocupación israelí han existido desde el comienzo del movimiento de colonización sionista, pero han conocido una nueva fase desde la construcción del muro y los asentamientos israelíes en el territorio ocupado. Podríamos considerar el pueblo de Bil’in como un ejemplo paradigmático de estas luchas contra el muro. Las tierras de la aldea de Bil’in comenzaron a ser anexadas en la década de 1980 por un asentamiento judío ilegal cercano. En 2005, el Muro comenzó a construirse directamente a través de las tierras de los agricultores palestinos de Bil’in . Desde 2005, Bil’in ha organizado acciones directas y manifestaciones semanales, atrayendo la atención de la comunidad internacional con su creatividad y perseverancia. Gracias a la movilización popular y la lucha legal emprendidas por los habitantes de Bil’in , en 2007, el Tribunal Superior israelí dictaminó que se retroceda el trazado del Muro.
Se han organizado una serie de acciones directas, incluido el bloqueo de Apartheid Road 443 y otras carreteras, una acción de protesta en el supermercado Rami Levi en consonancia con el llamado a boicotear los productos que apoyan la ocupación y el corte de la valla de separación del apartheid en varios lugares. Estas acciones pretenden reclamar el derecho de uso caminos exclusivos para colonos, desafían las políticas de ocupación y segregación y alteran la vida de los colonos. En 2021, B’Tselem ha documentado 45 casos de violencia de los colonos, desde vandalismo de árboles y otras propiedades hasta agresiones físicas que provocaron víctimas palestinas o la expulsión de agricultores de sus tierras. El Comité de Coordinación de la Lucha Popular (PSCC) nació del movimiento popular contra el Muro y los Asentamientos que comenzó a principios de los años 2000 en diferentes aldeas a lo largo del Cisjordania como plataforma común que actúa como órgano rector de todos los comités populares locales de base 13.
Pero los palestinos también son perseguidos por sus propias autoridades. Las autoridades palestinas en la Cisjordania ocupada han lanzado una escalofriante campaña de represión, reprimiendo protestas pacíficas con fuerza ilegal, atacando a periodistas, activistas de la sociedad civil y abogados con detenciones arbitrarias y torturando a detenidos 14.